Si no puedes con el enemigo, únete a él. Parece que este es el lema que más se está escuchando en los últimos días entre constructoras, promotoras, inmobiliarias e inversoras estadounidenses y Airbnb. Y es que, cada vez se empieza a explorar la oportunidad de construir apartamentos «Airbnb-friendly».
Hoy en día, tal y como adelanta el medio digital estadounidense Skift, dos inversoras tan grandes como Brookfield Property Partners y Silverpeak Real Estate Partners han visto con buenos ojos trabajar con el gigante del alojamiento compartido.
Brookfield anunció que ha entrado en un plan de inversión de capital de 200 millones de dólares con Niido, un proyecto que Airbnb presentó en octubre y que pretende construir un edificio de 324 viviendas junto a la constructora Newgard Development Group, como ya adelantó entonces TecnoHotel. A su vez, Silverpeak se ha comprometido a invertir también 20 millones de dólares en el proyecto. En resumen, entre ambas inversoras van a financiar con 220 millones de dólares el proyecto Niido, situado en Miami.
Estas inversiones señalan un cambio en la forma en que propietarios y constructores entienden a Airbnb, especialmente en un momento en que sus pares, especialmente los hoteles y empresas de alquiler reglado, siguen luchando contra la compañía. De hecho, compañías como AIMCO han demandado a Airbnb para evitar que sus inquilinos realquilen ilegalmente sus unidades en Airbnb.
Dos inversores muy solventes
Brookfield, concretamente, es el mayor player del mundo en cuanto a gestión de activos. Brookfield Property Partners posee alrededor de 68.000 milllones en activos totales, mientras que la matriz, Brookfield Asset Management, cuenta con más de 265.000 millones en activos bajo su gestión. Su inversión en Niido demuestra el interés de la compañía por adoptar este concepto del ‘homesharing‘, en lugar de luchar contra él, como había hecho hasta ahora.
Pero, ¿por qué de pronto los propietarios de viviendas quieren asociarse con Airbnb? Muy sencillo: porque van a ganar dinero. En septiembre de 2016, Airbnb lanzó su Programa «Friendly Buildings», que lanzaba una jugosa oferta a las inmobiliarias: si permiten que tus inquilinos alquilen sus apartamentos a través de Airbnb, la tecnológica se asegurará de que les llegue un porcentaje de los beneficios. En agosto de 2017, Airbnb ya contaba con más de 10.000 inscritos a su programa en todo el mundo.
«Creo que es muy interesante analizar la trayectoria de Airbnb en los últimos dos años y medio«, subrayó Chris Lehane, jefe de Política de Airbnb. «Cuando llegué en otoño de 2015 a la compañía, comprobé que la industria intentaba entendernos y resolver los conflictos, pero manteniendo la distancia. Hoy, compruebo que muchos de los líderes de la industria están haciendo cola para llamar a nuestra puerta y ofrecernos posibles formas de asociación», concluye.
Y es cierto. No cabe duda de que Airbnb está para quedarse. Nada va a poder tumbar a este gigante del alquiler vacacional. Sobre todo, porque no para de innovar. De hecho, «tanto ha calado en la población que, en un futuro cercano, alquilar una habitación para turistas va a ser visto tan normal como tener Wifi de alta velocidad en casa«, aseguran desde la compañía. Algo que está ocurriendo, especialmente, entre la gente joven, que ve como una gran ayuda de cara a pagar el alquiler o las facturas, poder rentar alguna habitación a turistas a través de plataformas de alquiler vacacional.
Alquiler reducido a cambio de pasar por Airbnb
En el proyecto desarrollado por Niido en Miami, los inquilinos que se muden en el edificio tendrán que alquilar alguna habitación hasta 180 noches al año, obteniendo a cambio parte del beneficio. Cada vivienda tendrá un anfitrión principal que supervisará el check-in y la limpieza. Además, los apartamentos estarán diseñados para incluir zonas comunes compartidas y entrada sin llave.
El proyecto está pensado para ayudar a los inquilinos a pagar unos alquileres que cada vez son más altos. Según los datos oficiales, alrededor del 46% de las personas de entre 25 y 34 años en Estados Unidos están agobiadas por el alquiler y emplean más del 30% de sus ingresos en pagarlo. «Airbnb no es la solución total al problema, pero sí una pata de una solución que ha de ser mucho más amplia», añaden desde la compañía.
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