Aunque pueden parecer iguales, de hecho son clones, WhatsApp y Telegram tienen bastantes diferencias. En el artículo de hoy nos centraremos en una de las que más pueden importar a los hoteleros: la seguridad. Sobre todo, ahora que se empiezan a implementar chatbots a través de estas aplicaciones y destinados a reservar o a solucionar las dudas de los huéspedes.
Aunque hay más aplicaciones de mensajería, cuando las cuestiones de seguridad y privacidad entran en juego, WhatsApp y Telegram son las que reciben más comentarios por parte de los usuarios. Hace un año, los usuarios no dudaban de que Telegram era la más segura del mercado, si bien todo cambió tras la última actualización de WhatsApp. Pero, ¿cómo está la situación ahora?
Cifrado de extremo a extremo
“La seguridad y privacidad de nuestros usuarios forman parte de nuestro ADN, por ello ofrecemos el cifrado de extremo a extremo en las versiones más recientes de nuestra aplicación. Con el cifrado de extremo a extremo tus mensajes, fotos, vídeos, mensajes de voz, documentos, actualizaciones de estado y llamadas están seguros”, explica WhatsApp en su web. Pero, ¿esto qué significa?
Durante mucho tiempo, Telegram fue conocido por ser el rey de la seguridad, pero esto fue antes de WhatsApp se tomara en serio sus medidas de privacidad. Ambas plataformas han implementado esta tecnología de cifrado de extremo a extremo, pero no de la misma forma. Para los usuarios de WhatsApp todas las formas de comunicación están protegidas contra la intrusión de terceros. De hecho, aseguran que ni siquiera ellos, la propia empresa, puede leer lo que dos usuarios escriban entre sí. “Tus mensajes se aseguran con un candado y solo tú y el receptor cuentan con el código/llave especial para abrirlo y leer los mensajes; ni siquiera WhatsApp lo puede hacer”, añaden desde la compañía propiedad de Facebook.
En resumen, con este cifrado, cuando el mensaje está en tránsito, no hay forma de descifrarlo. Incluso si alguien lo detecta, pues solo se convertirá en caracteres legibles en el momento en que llega al teléfono del destinatario. Además, este cifrado no se limita solo a mensajes, sino también a llamadas de voz, videollamadas y, básicamente, cualquier forma de comunicación que se realice a través de WhatsApp. Y es que desde la última actualización basa su privacidad en el conocido y aclamado protocolo de Signal, la tercera aplicación de mensajería instantánea y llamadas, con visos a crecer y prosperar.
En Telegram, los protocolos de seguridad funcionan prácticamente igual. Es decir, los mensajes también se cifran en el dispositivo del emisor y solo se pueden descifrar cuando llegan al teléfono del destinatario. Pero usa dos capas de seguridad distintas. Los chats secretos –una de las opciones que te da Telegram- están cifrados de extremo a extremo, como los de WhatsApp, mientras que el resto están cifrados entre el servidor y el cliente. Es decir, si el usuario no inicia un chat secreto, los mensajes no son tan seguros como en WhatsApp y, por lo tanto, pueden ser interceptados. Aun así, Telegram explica cómo mantiene la seguridad de estos mensajes y cómo harían falta varias órdenes judiciales para entregar los datos. A día de hoy, no se ha producido ninguna filtración.
Con todo, las voces expertas no se decantan sobre cuál es el protocolo más seguro. No cabe duda de que WhatsApp ha ganado muchos enteros en cuestión de seguridad cuando activó el cifrado de extremo a extremo. A su vez, Telegram no ha desvelado los detalles de su protocolo de seguridad (MTProto), pero nadie puede negar que no sean potentes, pues todavía no se conoce ningún caso de filtración de datos.
Los números de teléfono
Existe, sin embargo, otro dato que podría decantar la balanza hacia Telegram. Y es que en WhatsApp es imprescindible tener el número de teléfono del usuario para poder contactar con él. Es decir, sin número no hay conversación. Al final, es uno de los datos más privados del cliente y está en todo su derecho de no querer facilitarlo al hotel. En este caso, hay que tener alternativa. Y Telegram la brinda. Pues además de usar cuentas desde números de teléfono, usa alternativamente nombres de usuario para poder contactar con ellos.
Asimismo, Telegram permite también una configuración de privacidad más completa y, lo que es más interesante, puedes proteger tus conversaciones con un código de acceso. Porque de poco sirve que existan potentes protocolos de seguridad si todo se esfuma en el momento en que alguien coge tu móvil desbloqueado. Podrá entrar en Telegram e intentar leer la conversación que quiera. Pero no podrá. La aplicación le pedirá un código sin el cual será imposible acceder. En WhatsApp esto no ocurre.
En resumen, ¿con qué aplicación te quedas?
Imágenes cedidas: Shuttestock
