A fecha de hoy, las cifras resultan apabullantes: las aplicaciones de mensajería cuentan con más de 4.000 millones de usuarios. De hecho, las cinco aplicaciones para móvil más usadas en todo el mundo lo son de mensajes, según un estudio reciente realizado por la consultora digital Multiplica. Así las cosas, está claro que la experiencia de usuario (UX) pasa por potenciar aún más las conversaciones online. Pero si quieres saber más sobre hacia dónde caminarán tus futuros clientes, esa misma empresa ofrece varias tendencias para 2017, de las que extractamos las más interesantes para los negocios hoteleros:
Chatbots: la hiperconectividad cada vez se impone más, sobre todo entre los nativos digitales. Estar «disponible» las 24 horas del día y durante los 365 días del año. Y ahí es donde entran en juego los chatbots, «máquinas» que son capaces de mantener conversaciones con los usuarios como si fueran humanos. O, al menos, eso pretenden. Los chatbots han nacido para cambiar la forma de relación entre las empresas y sus clientes, permitiendo automatizar la comunicación, al tiempo que pueden procesar cantidades ingentes de información, transformándola en mensajes cercanos y útiles.
Anticipación y age-responsive design: es decir, crear experiencias que se anticipen al usuario de acuerdo con su comportamiento previo, buscando las acciones más probables con el fin de mejorar los procesos, aliviar el estrés y crear experiencias más satisfactorias. La edad define el nivel de interacción con cualquier contenido o aplicación. Tal y como explica David Boronat, CEO de Multiplica, «los más avanzados empezarán también a hablar de age-responsive design, revisando no sólo qué elementos concretos de la experiencia ofrecer (tamaños de fuentes, uso de iconografías, combinación de colores…), sino qué tipo de contenidos priorizar (vídeos para los niños o textos para los más adultos) y cómo interactuar con ellos o la funcionalidad en función del rango de edad».
Feedback táctil: se va a avanzar mucho en la forma en que el sentido del tacto se incorpora a la experiencia de usuario, buscando modificar sus comportamientos a través de señales sutiles. El término hapnotic feedback (retroalimentación táctil) será cada vez más conocido por los diseñadores, que explorarán la incorporación de pulsos y vibraciones en dispositivos móviles de alta gama, para enriquecer la experiencia de uso o de compra.
Progresive web apps: O lo que es lo mismo, ¿ser mobile-friendly o no ser? El diseño responsive, que ajusta su contenido y diseño con base al tamaño del dispositivo, con la ayuda de CSS, media queries y flexible grids, será de obligado cumplimiento, haciendo que el concepto mobile-friendly deje de tener sentido. En 2017 no nos quedaremos sólo en conseguir más funcionalidad de app nativa en web móviles, buscando crear experiencias únicas y diferenciales.
Más diseño invisible: como afirma David Boronat, «es aquel en el que el usuario se siente el dueño de la interfaz y no está aturdido por excesivos mensajes y opciones de navegación. Cada elemento en la experiencia tiene una razón de ser imprescindible y los espacios son más generosos y con mejor gusto en el uso de colores e imágenes”. Así, las micro-interacciones se pueden encontrar en forma de pequeñas animaciones en pantalla que ayudan al usuario a entender qué está pasando, qué ya pasó y qué pasará. Este 2017 van a ser más habituales, más pequeñas y con un diseño más cuidado. Las transiciones inteligentes van a intentar reducir la interstitial anxiety, esa tensión que surge si al usuario se le hace esperar mucho entre una acción (hacer clic) y una respuesta (pasar al próximo contenido).
Imágenes cedidas: Carmen Murillo/Shutterstock
