La llamada «economía colaborativa», sobre todo la aplicada al campo de las casas y apartamentos compartidos, ha llegado para quedarse y copar una parte nada desdeñable de la oferta de habitaciones, sobre todo en los destinos más demandados del mercado. La principal plataforma de esta nueva forma de hospedaje es, sin duda, Airbnb, empresa que ha entendido a la perfección una de las principales tendencias del turismo en estos principios del siglo XXI: la necesidad del viajero de sentirse integrado en la vida de las ciudades (u otros lugares) que visita.
Según Alonso Franco, CEO del metabuscador Arrivedo, empresa especialista en ofrecer hoteles de lujo y experienciales en el continente americano, hay tres tendencias que el sector hotelero debería tener en cuenta para competir con el éxito de Airbnb: experiencia de cliente, aplicación de nuevas tecnologías y convergencia. Las ha recogido en un extenso artículo publicado en Tnooz de donde extraemos algunas de sus ideas.
1. La experiencia de cliente debe convertirse en uno de los principales factores de venta para los hoteles
Según una encuesta realizada por Evenbrite, empresa global especializada en poner en contacto a las personas con experiencias en todo el mundo, un 78% de los entrevistados manifestó que preferiría gastar dinero en una experiencia única antes que en objetos concretos. Quizás animada por datos similares, en 2016 Airbnb lanzó una función de experiencias que permite a sus clientes conocer actividades, actos, talleres o lugares inesperados, siempre de la mano de sus anfitriones.
Como parte de la experiencia, la ubicación es clave, especialmente para aquellos que viajan por placer. Los nuevos clientes, los millnenials, prefieren vivir las oportunidades que les ofrece el entorno más cercano al alojamiento antes que los propios servicios de su hotel. las nuevas formas de «vender» un alojamiento ya no pasan solo por publicitar las excelencias de sus instalaciones sus principales servicios, sino también por ponerlo en relación con su entorno geográfico más cercano y abrir el catálogo de experiencias a la agenda y posibilidades que ofrece el barrio donde se sitúe.
2. La aplicación de nuevas tecnologías es fundamental para todo hotel que quiera estar al día y atraer a cada vez más clientes
Y la tecnología pasa tanto por el sistema a través del cual se llega a conocer, contactar y reservar el hotel, como a la oferta de aparatos que mejoren la experiencia del cliente durante el tiempo que permanezca en el alojamiento. Y, también, claro, a posteriori, cuando el cliente decida realizar una valoración de su estancia en el mismo.
Y no hay que perder de vista las herramientas de software de gestión. Pero, ¿cómo no perderse en el maremagnum tecnológico? Lo cierto es que cada vez más hoteles independientes y cadenas confían este tipo de gestiones a empresas especializadas, asesores de tecnología y proveedores de software. A medida que el sector tecnológico aplicado al mundo hotelero siga avanzando, además de que la experiencia de usuario se vaya convirtiendo en otro foco clave del nuevo software, cada vez más hoteles de todo el mundo buscarán plataformas diseñadas para integrarse lo más rápida y cómodamente posible en ellas.
3. Insistir en la regulación de su actividad
Asociaciones hoteleras y personalidades relacionadas con el sector han conseguido que cada vez en más países y ciudades se empiecen a regular las actividades relacionadas con la «economía colaborativa». Un buen ejemplo es el Ayuntamiento de Barcelona o la ley aprobada en Baleares. En la medida en que estos alojamientos deban cumplir los mismos requisitos legales que el resto de estrablecimientos regulados, se elevarán los precios que ahora tienen que pagar los inquilinos temporales por una casa o un apartamento de este tipo. O lo que es lo mismo, se reducirá la brecha entre el importe medio de una habitación de hotel y un apartamento urbano, por ejemplo.
Por su parte, los hoteles también empezarán a adoptar parte de las características que hacen más atractivos a los alojamientos «colaborativos». Un estudio de Les Roches apunta a que los hoteles comenzarán a elaborar guías locales personalizadas para sus huéspedes. También empezarán a pensar más como anfitriones, construyendo experiencias diferenciadoras. Y es más que probable que muchos establecimientos decidan asociarse en plataformas que les ayuden a vender habitaciones «con experiencias».
Y no hay que perder de vista la posibilidad de asociación entre hoteles concretos y su entorno más cercano de apartamentos, con vistas a la prestación de servicios de hotelería en alojamientos muy personales, incluso familiares. En España ya tenemos un buen ejemplo con Bemate, plataforma de reserva de apartamentos creada por Room Mate. Desde luego, la imaginación y las buenas ideas siempre son bienvenidas en este panorama tan cambiante.
Imágenes cedidas: Salamzadeh/Tecnohotel