Comenzamos año, atrás quedaron las fiestas donde unos han podido tomarse unos días de vacaciones, otros no tanto y otros han podido trabajar unos días extras. La economía se ha movido un poco y eso es positivo. Volvamos ahora a la realidad: año nuevo y retos nuevos.
¿Renovamos promesas? No lo sé, pero debemos renovar ilusión, entusiasmo, tengamos la moral alta y participemos en alimentar el espíritu de esta profesión, debemos pensar que nuestra mente es el activo más poderosos que tenemos, debemos invertir en nosotros cada día para lograr nuestros objetivos. Esa tiene que ser la prioridad número uno.
Caminamos hacia un mundo donde, si no estamos preparados en nuestra profesión, la competencia nos absorberá y la competencia no es la misma de un día para otro, cambian los mercados diariamente, cambia la política, el precio del petróleo, el terrorismo, cada día surgen mas apps más desarrolladas y más sorprendentes, existe una cantidad innumerable de factores que no están en nuestras manos y que alteran diariamente las condiciones y pueden hacer cambiar nuestra economía si no estamos listos para reaccionar en el momento en que se detecta. Por consiguiente, no se puede descuidar el trabajo.
Lo único que esta en nuestro poder y que dominamos cada uno de nosotros es nuestra calidad como personas, por encima de todo éste es el objetivo que tenemos que tener presente en este año 2015: busquemos la calidad en nosotros mismos, en nuestro interior, pero pensando en nosotros. Esto nunca perderá valor, al contrario, sumará cada día más a medida que los clientes busquen un buen servicio con calidad.
No debemos pensar en el servicio que damos, en la empresa que nos contrata, debemos pensar en nosotros, hoy estamos en esta empresa y mañana estaremos en otra, esto es lo que nos podremos llevar en nuestra propia mochila, es nuestro activo más importante. Sólo así lograremos nuestros objetivos a nivel individual y por inercia participamos a nivel colectivo.
Tal vez deberíamos transmitir a nuestro personal que en el futuro no le van a exigir nada; ni que venda, ni que sonría, ni que sean agradables; en los tiempos que entramos aquella persona que no salga de su casa por la mañana con estas actitudes, se estará descartando él mismo del mercado laborar.
Hoy debemos de transmitir a todos nuestros compañeros lo importante que es que iniciemos el año pensando en ser más competidores con nosotros mismos, como los jugadores de golf.
Imagen 2015 vía Shutterstock.
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