Seguro que eres una de esas personas que ha estado a punto de hacerse una fotografía “postureo” con las gafas de Google o simplemente ha escuchado el concepto de “Millennials” que tanto suena en relación al sector turístico. Esto puede que no haya que aplicarlo a pies juntillas y que falta tiempo para que un público lo suficientemente significativo implemente todas estas nuevas herramientas en su día a día –seguro menos del que nos imaginamos–.
Pero la realidad es esa: los tiempos de aprendizaje en nuevas herramientas se acortan y cada vez nos adaptamos mejor a los cambios. Estos procesos, ligados al gran potencial que ofrecen los nuevos dispositivos, con precedentes como el fenómeno de los smartphones o las tablets, hacen que el panorama se muestre más abierto a los cambios y a las mejoras de todo tipo.
Tras esta pequeña reflexión, una infografía realizada por Skyscanner y algunos ejemplos que ya conocía previamente muestran algunas posibilidades en relación a la tecnología para viajeros. Me parece interesante analizar todo de lo que dispondremos a nuestro alcance, tanto desde el punto de vista del consumidor como de los gestores de productos y servicios turísticos.
Todo está en relación con las posibilidades de estas tecnologías. El fenómeno big data puede hacer que la información recopilada sea aplicada para mejorar el propio proceso y la satisfacción del cliente. A continuación, vamos a realizar un pequeño análisis de las posibilidades que hay ya en el mercado y las que están prácticamente por llegar:
- Visionado 3D de tu destino de vacaciones. Proyectos como Oculus VR trabajan en la tecnología que nos posibilite ver desde casa bajo un sistema 3D lo maravillosos y espectaculares que serán nuestros próximos lugares de vacaciones.
- Lectura facial y postura corporal para análisis de satisfacción. Gracias a la tecnología biométrica cada vez somos más distintos frente a todo tipo de dispositivos. Proyectos como RealSense de Intel, hacen posible interpretar estados de ánimo a través del lenguaje facial o la simple postura corporal.
- Sistema de voz predictivo para el usuario. Es de sobre conocido el sistema Siri de Apple, aunque Microsoft quiere ir un poco más allá con su sistema Cortana, a partir del cual se realizan sugerencias en base a un algoritmo predictivo.
- Maletas inteligentes que no te pierden de vista. Aunque en aeropuertos o estaciones de tren conflictivas no es un sistema recomendable, es interesante ver como se implementan funciones a algunos objetos. En este caso el proyecto es HOP! y el producto es una maleta inteligente que te sigue a través de una app móvil.
- Gafas inteligentes controladas con los ojos. Este sistema en el que Google Glass ha centrado la principal atención, facilita la realización de acciones y la interacción con el dispositivo través de movimiento con los ojos.
- Tecnología háptica. La tecnología del tacto también pasa a formar parte de herramientas de promoción o de transmisión de “experiencias”. Un ejemplo es Techtile de Tachilab, a través de este dispositivo se nos permite sentir el tacto de la arena desde el sofá de casa, a menos eso es lo que dicen.
- Sistemas adaptados a Smartwatches. Los relojes inteligentes cada vez toman mejores posiciones en el mercado. La posibilidad de disponer de diferentes aplicaciones y de funcionar en relación a otros dispositivos, son opciones muy atractivas y con un largo recorrido.
- Ropa con aplicaciones incorporadas. La ropa dejará de ser un elemento pasivo en el momento que la utilicemos como herramienta. El proyecto Innovaley desarrolla diferentes productos, dentro de los que se encuentran zapatillas con sistemas de navegación GPS para que no nos perdamos en nuestras visitas a pie de calle.
- Tecnologías de interpretación de mercados. La interpretación de información a través de tecnologías semánticas cada vez están más logradas. Estos facilita el acceso a todo tipo de personas o entidades. Un ejemplo es la plataforma Desti, que permite reunir las conversaciones de viajeros, de forma que se tengan referencias de lo que se habla en internet y nos pueda servir para condicionar nuestro proceso de toma de decisiones.
Después de un pequeño repaso por una serie herramientas que ya han llegado en algunos casos y que en otros se están consolidando, la función de este artículo va más allá del propio efecto ¡WOW!, es hacernos pensar, analizar qué podemos hacer y determinar qué necesidades podemos cubrir. La tecnología hace tiempo que dejó de ser un problema y las soluciones son varias. El mercado está necesitado de buenas ideas y de valientes dispuestos a llevarlas a cabo.
Imagen Wearables vía Shutterstock.
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Andrés Romero,
Técnico especializado en Marketing Turístico
Project Manager en El Santo Comunicación
Ceo de Asiri.es
Blogger en andresturiweb.com
Imágenes cedidas: Shutterstock
