La actual revolución móvil unida a la incertidumbre que genera la crisis económica han empezado a generar una modificación en las formas de consumo de productos y servicios turísticos. Nace el “viajero móvil de última hora”, es decir, un usuario que gracias a la geolocalización y desarrollo de sofisticadas aplicaciones móviles tiene la potestad de planificar y reservar por anticipado o en tiempo real, son más fidelizados a las marcas que ofrecen soluciones prácticas y dispuestos a no sólo consumir información, sino también servicios turísticos.
Estas fueron las conclusiones del último Barómetro KAYAK de viajes online presentado en Madrid hace algunas semanas.
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