La fragmentación en turismo llega también al móvil

El entorno móvil continúa siendo el mayor reto tecnológico para las empresas turísticas en la actualidad. Con la mayoría de grandes cadenas desarrollando web apps y aplicaciones móviles, se ha multiplicado el número de opciones para el usuario. Por un lado, es lógico el interés de hoteles de cualquier tamaño por no perder el tren mobile. Según un estudio de PhoCusWright, en 2014 el 20% del dinero invertido en viajes provendrá de smartphones y tablets. Por otro, se correo el riesgo de perder al usuario en una maraña de distintas aplicaciones, una por cada marca, cuando lo que realmente quiere es poder realizar una reserva del modo más rápido y cómodo posible.
Además, hay que considerar que a las apps desarrolladas por hoteles se unen todas las incluidas en AppStore y Google Play relacionadas con viajes, y que también están al alcance del usuario. Supone una contradicción que el usuario se vea inundado con aplicaciones cuando el espíritu del móvil es precisamente la facilidad de uso y la accesibilidad. 
Aunque las apps desarrolladas por las grandes cadenas favorecen la fidelización del cliente, la abundancia de las mismas puede no ser la solución ideal para un usuario que buscar programar sus viajes en el mínimo número de pasos posible y con la mayor facilidad. Su comportamiento en el móvil no es el mismo que el ordenador de sobremesa, donde puede consultar 20 páginas antes de realizar una reserva o decidir un destino.
No importa si el usuario utiliza el móvil para programar y reservar su viaje o si lo utiliza como una herramienta sobre la marcha. Son soluciones «horizontales» como Passbook las que permiten una verdadera experiencia móvil para el cliente.
Fuente: Tnooz